Qui Vult Caedere Canem Facile Invenit Fustem (Aquél que quiera golpear a un perro encuentre rápidamente una vara)
Nota Editorial del artículo de Vernon Harrison "J'Accuse"(1):
En diciembre de 1885, la Sociedad para Investigaciones Psíquicas [SIP] publicó en sus Actas (Parte IX, pp. 201-400) el "Reporte del Comité designado para Investigar los Fenómenos Relacionados con la Sociedad Teosófica". El Comité estaba constituido por: E. Gurney, F. W. H. Myers, F. Podmore, H. Sidgwick, J. H. Stack, R. Hodgson y la Señora H. Sidgwick. El cuerpo principal de esta publicación era el relato escrito por Richard Hodgson quien, a solicitud de la Sociedad, había ido a la India a investigar a fondo las actividades de Mme. Helena Petrovna Blavatsky, cofundadora junto con el Col. H. S. Olcott, en 1875, de la Sociedad Teosófica. A Mme. Blavatsky se le acreditó una variedad de fenómenos pero el Comité, en sus Conclusiones, la acusó de fraude agravado y de ser una impostora. A pesar de que, como ha sido repetidamente señalado, la SIP no sostiene opiniones como colectivo, ha sido ampliamente considerada como la responsable de aprobar el "Reporte Hodgson" (como nos referiremos en adelante al reporte en conjunto) y, por tanto, de haber condenado públicamente a Mme. Blavatsky. Miembros de la Sociedad Teosófica han, naturalmente, resentido esta calumnia hecha al buen nombre de su fundadora, y repetidas veces han desafiado las conclusiones del Reporte. Por muchos años, Walter A. Carrithers, sin ser miembro de la Sociedad Teosófica pero sí un miembro perdurable de la SIP que ha escrito con profusión sobre el caso, mucho de lo cual es publicado bajo el seudónimo "Adlai Waterman", ha hecho campaña para lograr que el Consejo de la SIP repudie públicamente el Reporte. En abril de 1983, el Señor Leslie Price, un miembro del Comité de la Biblioteca de la SIP desde enero de 1985, y editor del nuevo trimestral Theosophical History, dio una de las conferencias de la SIP con el título: "¿Madame Blavatsky Sin Velo?" (que el Theosophical History Centre publicaría a comienzos de 1986) en la cual, también, critica los métodos y argumentos de Hodgson. En este número de nuestro periódico, que sale casi exactamente cien años después de la publicación del Reporte Hodgson, estamos felices, en virtud de la verdad y el juego justo y para hacer enmiendas por cualquier ofensa que pudiésemos haber cometido, de publicar acá tal análisis crítico hecho por un experto en escritura. Su pericia es de relevancia especial en este caso ya que mucho del Reporte Hodgson tiene que ver con la autoría de ciertas cartas que Hodgson asegura que fueron falsificadas por Mme. Blavatsky. El Dr. Vernon Harrison, un ex Presidente de la Sociedad Real de Fotografía, fue, por diez años, Director de Investigación de Thomas De la Rua, impresores de billetes bancarios, pasaportes y estampillas, etc, por lo que no hay mucho que probablemente no sepa sobre falsificación. Él no es un miembro de la Sociedad Teosófica pero es un miembro perdurable de la SIP. Ya sea que los lectores estén de acuerdo o en desacuerdo con sus conclusiones, nos complace ofrecerle la hospitalidad de nuestras columnas y esperamos que de acá en adelante, Teósofos, y, de hecho, todos aquellos a quienes les importe la reputación de Helena Petrovna Blavatsky, nos consideren bajo una luz más amable. — EL EDITOR [John Beloff, Ph.D.]
El "REPORTE DEL COMITÉ DESIGNADO PARA INVESTIGAR LOS FENÓMENOS RELACIONADOS CON LA SOCIEDAD TEOSÓFICA" (comúnmente llamado el Reporte Hodgson) es el más célebre y controversial de todos los reportes publicados por la Sociedad para Investigaciones Psíquicas. Dicta juicio sobre Madame H. P. Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica; y la frase final de las "Declaraciones y Conclusiones del Comité" ha sido citada libro tras libro, enciclopedia tras enciclopedia, sin sospechar que puede estar errada. Dice así:
En lo que a nosotros concierne, no la consideramos como la portavoz de adivinos ocultos, ni como una mera aventurera vulgar; pensamos que ella ha alcanzado un título para que se le recuerde de manera permanente como una de las más logradas, ingeniosas e interesantes impostoras en la historia. — p. 207
Durante años, Hodgson ha sido presentado como ejemplo de un perfecto investigador psíquico, y su reporte, como un modelo de lo que un reporte de investigaciones psíquicas debe ser.
Yo demostraré que, al contrario, el Reporte Hodgson es un documento partidista en alto grado, que pierde todo derecho de imparcialidad científica. Es el discurso de un fiscal que no duda en seleccionar evidencia propicia para su caso, ignorando y suprimiendo todo lo que tienda a contradecir su tesis. Nunca fue escuchado el abogado defensor.
No hago ningún intento, en este papel, para probar que Madame Blavatsky era inocente de los cargos presentados contra ella. A esta distancia en el tiempo, cuando todos los testigos están muertos y mucha de la evidencia se ha perdido o destruido, esto sería difícil si no es que imposible. Tampoco intento establecer la autoría o evaluar el contenido de las Cartas de los Maestros. Hacer eso es una fascinante pero formidablemente difícil tarea. Mi objetivo es más limitado: demostrar que el caso contra Madame Blavatsky en el Reporte Hodgson NO ESTÁ PROBADO — En el sentido que le dan los escoceses.
HISTORIAL
El roce de Madame Blavatsky con los investigadores psíquicos empezó con el escándalo Coulomb. Éste ha sido descrito muchas veces desde varios puntos de vista, y necesito sólo esbozar los eventos acá. Parece ser que HPB y Madame Coulomb se conocieron por primera vez en El Cairo alrededor de 1871. Los Coulomb se declararon en bancarrota, tuvieron que partir, y llegaron a Bombay en 1880, sin un centavo y sin hogar, apelando a la ayuda de HPB. Ésta les dio hogar y refugio, y posiciones de confianza. Madame Coulomb se convirtió en ama de llaves y su esposo hizo el papel de mozo hácelo-todo.
El 20 de febrero de 1884, HPB y el Coronel Olcott partieron hacia Europa, confiando el manejo de la Sociedad Teosófica a una Cámara de Control. En marzo, la Cámara de Control encontró a los Coulomb culpables de seria mala conducta. Fueron despedidos en mayo 14.
Escuchamos de nuevo de ellos en el Madras Christian College Magazine. Unas selecciones de cartas fueron publicadas, las cuales, si eran genuinas e interpretadas correctamente, probarían una conspiración en actos de timo entre Madame Blavatsky y los Coulomb. HPB afirmó que las cartas eran, al menos en parte, falsificaciones. En adición a eso, una carta falsificada que pretendía haber sido escrita por el Dr. Hartmann a Madame Coulomb, fechada el 28 de abril de 1884, le llegó al Coronel Olcott algunas semanas después en un sobre entregado de manera desconocida y portando el sello postal de Madrás, según lo afirmó éste.
Mientras estuvo en Inglaterra, el Coronel Olcott hizo contacto amistoso con miembros directores de la Sociedad para Investigaciones Psíquicas quienes estaban interesados en reportes de fenómenos producidos por HPB, y en mayo de 1884 el Consejo de la SIP designó un comité para examinar la evidencia acerca de los fenómenos alegados. Los miembros de este comité fueron: E. Gurney, F. W. H. Myers, F. Podmore, Henry Sidgwick y J. H. Stack — con la posterior adición de la Señora Sidgwick y R. Hodgson. El comité pudo examinar a Madame Blavatsky, al Coronel Olcott, a Mohini M. Chatterji y al Sr. Sinnett. El resultado de sus indagaciones fue publicado en el Primer Reporte del Comité, puesto en circulación en 1884 sólo para la información privada de los miembros de la SIP. No tengo riña con este reporte. Parece que la investigación fue llevada a cabo con cortesía y que, al final, el comité no supo qué pensar. Los fenómenos descritos parecían ser tan notables y de una experiencia tan extraordinaria que sólo podían ser recibidos con fuertes reservas; por otro lado, el número de testigos y la fuerza del testimonio fue tal que la evidencia no podía desecharse a la ligera. Decidieron que había un buen caso para futura investigación.
Esta futura investigación fue hecha por Richard Hodgson durante una visita de tres meses a la India. El Reporte del Comité final, publicado en las Actas, Parte IX, diciembre de 1885, es virtualmente el reporte de Hodgson, puesto que el resto del comité hizo poco más que aprobar sus conclusiones. No hicieron intentos de corregir errores obvios de procedimiento o de verificar críticamente los hallazgos de Hodgson.
LAS CARTAS BLAVATSKY-COULOMB
Las cartas Blavatsky-Coulomb publicadas por el Christian College Magazine son de capital importancia puesto que si son genuinas y si son lo que aparentan, prueban que HPB estaba involucrada en actividades fraudulentas; y no necesitamos ir más lejos. Parecen haber sólo dos posibilidades:
(a) Que HPB haya estado involucrada en fraude a una escala gigantesca, que implicaba a gran número de cómplices, y que por ello hubiera sido denunciada por unos indignados Coulomb;
(b) Que los Coulomb hayan falsificado las cartas comprometedoras para provocar la caída de HPB.
Considerando estas alternativas, uno debe tener en cuenta los posibles motivos de los participantes.
Si HPB estaba involucrada en fraude en una escala vasta que implicaba a muchos cómplices, entonces incluso Hodgson tenía que admitir que no aplicaba ninguno de los motivos usuales para fraude. Lo más que podía insinuar es que ella era un agente ruso designado para "acoger y fomentar tan ampliamente como le fuese posible entre los nativos, una desafección hacia el dominio británico". En los 1980s, cuando los agentes rusos se dan a dos por el centavo, esta idea no es atrayente: hay maneras más eficaces de promover los intereses rusos en Afganistán que escribir Isis sin velo o falsificar las Cartas de los Maestros.
Por otro lado, si los Coulomb falsificaron las cartas, su motivo está claro: el más primario y poderoso de todos: el de la venganza. Habiendo sido despedidos en desgracia, habían perdido tanto su hogar como su empleo.
El punto que enfatizo es que, si Madame Blavatsky era sospechosa, lo eran también los Coulomb. Un procedimiento correcto requiere que las porciones comprometedoras de las cartas Blavatsky-Coulomb sean reproducidas en el reporte junto con muestras reconocidas de la escritura de Madame Blavatsky, del Sr. Coulomb y de Madame Coulomb. Esto nunca se hizo; y es una omisión inexcusable. También debemos notar que Madame Coulomb era, en terminología moderna, una "soplona"(2); y que el testimonio de una tal debe ser recibido con cautela.
Es ahora virtualmente cierto que las cartas comprometedoras originales Blavatsky-Coulomb han sido destruidas. No están en los archivos del Christian College de Madrás, tampoco están en los archivos de la Sociedad Teosófica en Adyar. Estoy en deuda con Anita Atkins de Nueva York por lo siguiente:
El último destinatario o receptor conocido de las cartas Blavatsky-Coulomb fue el Profesor Elliott Coues, científico Smithsoniano, y ex teósofo, quien se volvió contra HPB y dio una feroz y calumniosa entrevista a siete columnas sobre ella en el New York Sun, en 1890. HPB demandó por libelo; las investigaciones del Sun y las de sus abogados hallaron que HPB había sido calumniada, y estaban por compensar los daños cuando ella murió. Esto, bajo la ley de libelo de Nueva York, dio por concluido el caso. Pero aún así, el Sun se retractó pública y editorialmente.
Durante este período en que Coues estuvo peleando el caso, compró las cartas Coulomb a través de un agente de los misioneros escoceses en la India. Tengo una copia fotostática de su cheque. Está contenido en los archivos de Coues en la State Historical Society de Wisconsin, Madison, Wisconsin. Tengo un microfilme de todos estos papeles concernientes a asuntos teosóficos y cuestiones relacionadas. Las cartas Coulomb NO están en los archivos. Ahora, el propósito de Coues para adquirir las cartas era obtener evidencia para su defensa en la demanda de HPB, para probar que ella era un fraude. Su esposa era millonaria, y consecuentemente tenía todos los recursos profesionales a su disposición para derrocar a HPB, si estas cartas eran genuinas.
Aún así: silencio completo; él nunca mencionó que las tenía. O bien las destruyó durante su vida, o dejó instrucciones a sus herederos para destruirlas.
Walter A. Carrithers tiene esto que añadir:
Cerca de 1948 me procuré una copia del último Testamento del Profesor Coues, y procedí a buscar a sus descendientes vivos; sólo para encontrar que uno de ellos, entonces recién fallecido, había arrojado al fuego lo que fue descrito como "muchas cartas" ostensiblemente escritas por la mano de Madame Blavatsky; y, de todos los lugares, su residencia había estado justo un poco al norte de Fresno (por lo que yo habría podido visitarlo en cualquier día, y determinar qué eran éstas antes de su destrucción) en Palo Alto, California.
La evidencia circunstancial de que las cartas Blavatsky-Coulomb eran, después de una investigación experta, falsificaciones, es fuerte.
Ningún facsímil de ninguna de las cartas comprometedoras es dado en el Reporte Hodgson. Hodgson explica que él había enviado una selección (a saber: su selección) de las cartas a F. G. Netherclift para una opinión profesional, pero halló a su regreso a Inglaterra que las cartas ya habían sido enviadas de vuelta a Madrás, por lo que no pudo hacer facsímiles de ellas. Ésta es una excusa inaceptable. Las cartas eras una parte vital de la evidencia. La fotografía estaba bastante avanzada en 1884. Había buenos fotógrafos profesionales operando en el área de Madrás, quienes habrían podido hacer copias precisas y permanentes de estos documentos importantes. La escritura de los Coulomb nunca fue examinada por Netherclift o por alguna otra persona competente.
Hodgson trata todo el asunto de una manera ligera, y dice:
No pretendo entrar en detalles para describir las semejanzas entre la escritura indudable de Madame Blavatsky y la escritura de las cartas Blavatsky-Coulomb. Estas cartas, antes de su publicación en el Christian College Magazine, fueron, como he dicho, entregadas por el editor a varios caballeros con experiencia en escritura a mano, quienes emitieron la inequívoca opinión de que fueron escritas por Madame Blavatsky. La misma opinión fue también expresada por el Sr. J. D. B. Gribble, de Madrás, en "Un reporte de la Investigación de la Correspondencia de Blavatsky, publicado en el Christian College Magazine". Pero el juicio más importante en este punto es el del experto en escritura, el Sr. F. G. Netherclift, quien no tiene duda alguna de que las cartas en discusión, que le fueron enviadas a él, fueron escritas por Madame Blavatsky. Encontrarán su reporte en la p. 381. El Sr. Sims, del Museo Británico, también sostiene la misma opinión.
Bajo estas circunstancias debo decir que examiné el todo de estos documentos, y a través de ellos encontré esas características de la escritura de Madame Blavatsky que estaban presentes en el documento que usé como mi patrón estándar, a saber, una carta de Madame Blavatsky al Dr. Hartmann, escrita desde Elberfeld en octubre de 1884. — pp. 276-7
A esto tengo que responder:
(a) Las opiniones presentadas de ciertos caballeros no nombrados no constituyen evidencia alguna. Gribble nos dice que dichos caballeros tenían experiencia en banca, no en escritura. Ningún profesional experto estaba disponible.
(b) Veremos luego que Hodgson rechaza el testimonio de Gribble in toto cuando le conviene. No puede apropiarse de ambas conductas.
(c) No tenemos un solo testimonio escrito del Sr. Sims del Museo Británico, sólo los reportes de Hodgson de lo que él dijo o pensó.
Se sigue que el único testimonio independiente de algún peso que tenemos es el Reporte de Netherclift, reproducido (en parte) en las páginas 381 y 382 del Reporte Hodgson.
EL SR. SIMS DEL MUSEO BRITÁNICO
El Sr. Sims del Museo Británico es una figura oscura que parece hacer sólo un poco más que repetir las cambiantes opiniones de Netherclift. Estoy agradecido por la siguiente información acerca de él, suministrada por el Archivista del Museo Británico.
El Sr. Richard Sims era el hijo de uno de los más antiguos sirvientes del Wadham College, Oxford, y fue educado en el New College School (no el New College). Se unió al personal establecido del Museo Británico en 1841 y renunció del personal en 1887. Era competente en latín, griego, francés e inglés, y tenía algún conocimiento de español y alemán. Podía leer escritos antiguos con facilidad. En el departamento de Manuscritos fue nombrado como transcriptor y se convirtió en Asistente (Primera Clase) en 1879. En testimonio de estas habilidades, E. A. Bond, Guardián de Manuscritos en el Museo, manifestó que era capaz de describir caracteres y manuscritos ordinarios en francés y latín, y que podía ser empleado con utilidad para catalogar caracteres y ciertas clases de manuscritos, como los de Topografía, Genealogía, y Heráldica.
No hay, por tanto, razón para dudar de la competencia e integridad de Sims; pero él no era un especialista en falsificaciones, y permanece el hecho de que no tenemos declaraciones directas escritas por él. No sabemos si sus opiniones fueron dadas en forma verbal o por escrito, y qué exactamente se le preguntó. Ahora hay muy poca posibilidad de que alguna vez localicemos sus cartas originales o reportes.
EL REPORTE DE NETHERCLIFT
El reporte de Netherclift es un curioso documento en muchos aspectos.
(a) El título adjuntado a él, dice: "Reporte del Sr. F. G. Netherclift, Experto en Escritura, respecto a los documentos Blavatsky-Coulomb". Esto es engañoso, ya que a Netherclift le fue enviado sólo una selección — la de Hodgson — de estos documentos. En sí mismo, el reporte está mutilado, habiendo partes suprimidas, y lleva dos fechas.
(b) Netherclift comienza su reporte: "De acuerdo con sus instrucciones, he examinado cuidadosamente . . ." No se nos dice cuáles fueron estas instrucciones. ¿Se le pidió a Netherclift buscar habilidosas alteraciones fraudulentas a, o interpolaciones en, por lo demás, cartas originales? ¿O hizo una somera inspección de los documentos como un todo? No lo sabemos.
Netherclift hace un mero pronunciamiento ex cátedra de que las cartas (cualesquiera que hayan sido) fueron todas escritas por Madame Blavatsky. Lo que debió haber demostrado, dando sus razones detalladas, era que las porciones comprometedoras de las cartas estaban escritas en la escritura genuina de Madame Blavatsky. No se hace referencia a ninguna porción comprometedora.
(c) Lo peor de todo es que los documentos enviados a Netherclift no pueden ser identificados. Esto es relevante, puesto que un Examinador necesita, para su propio interés, declarar cuáles fueron sus instrucciones e identificar claramente los documentos enviados a él para su revisión. Esta declaración debe formar una parte integral del reporte — no sea que un cliente inescrupuloso use el reporte para cubrir documentos que no han sido examinados, con posibles problemas legales más adelante.
Netherclift declara que había recibido dos paquetes. Con la excepción de un trozo de papel escrito que comienza: "Damodar me envió", todas las cartas en el PAQUETE 2 fueron enviadas al Sr. Myers y no están en disputa.
Netherclift declara que el PAQUETE 1 contenía lo siguiente:
(a) Un sobre marcado 3 que contiene un trozo de papel, la escritura del cual comienza, "El Mahatma ha escuchado . . ."
(b) Un telegrama en una escritura diferente.
(c) Un sobre destinado a Madame E. Coulomb.
(d) Una carta en papel verde.
(e) Una carta en papel rosa.
(f) Un sobre marcado 7 que contiene un trozo de papel rayado marcado 10, la escritura del cual comienza, "La poste . . ."
(g) Un sobre dirigido [a] Madame y Monsieur Coulomb.
(h) Un sobre marcado 10 que contiene una carta marcada 2, la escritura de la cual comienza, "Ma belle chère amie . . ."
(i) Un sobre marcado 28 que contiene una carta de varias páginas escritas en tinta violeta.
(j) Un sobre marcado No. 11 que contiene una carta en tinta violeta que comienza, "Ma chère Madame Coulomb . . ."
Los sobres del PAQUETE 1 podrían haber contenido cualquier cosa y son inútiles como evidencia. El telegrama, cualquiera que haya sido, no estaba escrito con la escritura de Madame Blavatsky. En las páginas 211-216 del Reporte Hodgson, éste da catorce extractos de la correspondencia Blavatsky-Coulomb. Nueve de estos extractos portan un asterisco, el cuál se nos dice que significa que "las cartas de las que estos extractos son tomadas estaban entre aquellas examinadas por el Sr. Netherclift." Como sea, es imposible relacionarlas con los documentos listados en el PAQUETE 1 de Netherclift.
El trozo de papel que comienza, "El Mahatma ha escuchado . . " puede ser identificado, y su texto no es comprometedor. No sabemos lo que las cartas en papel verde y rosa eran, como tampoco sabemos, puesto que eso importa, a quién estaban destinadas.
El Ítem (f), el trozo de papel con las palabras iniciales: "La poste . . ." parece ser el extracto 12 de Hodgson, que dice:
La poste part ma chère. Je n'ai qu'un instant. Votre leerte arrivée trop tard. Oui, Laissez Srinavas Rao se prosterner devant le shrine es s'il damande ou non, je vous supplie lui faire passer cette reponse par K.H. cari l s'y attend; je sais ce qu'il veut. Demain vous aurez une grande lettre! Grandes nouvelles! Merci. H.P.B. — p. 215
Esta nota parece no contener nada más siniestro que una precipitada instrucción a Madame Coulomb para permitir al señor Sreenevas Rao ofrecer sus respetos al "santuario" y para asegurarse de que obtenga la carta adjuntada de KH que él está esperando. No se sugiere nada milagroso.
El ítem (h) no puede ser relacionado con ninguno de los extractos protagónicos: ninguno de ellos comienza, "Ma belle chère amie . . ." El Ítem (i) no puede ser identificado positivamente, pero podría ser el fechado 1 de abril de 1884, sobre el cual Gribble había observado que era "por mucho el más largo de los publicados" y el cual estaba escrito en tinta púrpura o violeta. De ser así, era "en parte desafiante y en parte suplicante", pero no contiene admisión de culpa. El ítem (j) no puede ser identificado.
Si rechazamos los sobres y el telegrama del PAQUETE 1, nos quedamos con dos pedazos de papel y cinco cartas. Así, dos, al menos, de los extractos protagónicos permanecen perdidos. Éstos fueron presumiblemente incluidos en un por completo no especificado "segundo lote de cartas Blavatsky-Coulomb" enviado "poco después" al Sr. Netherclift. Los documentos enviados en este "segundo lote" no están listados, ni tenemos ningún reporte formal de ellos; todo lo que tenemos es la afirmación de Hodgson de que Netherclift los regresó con un endoso general en el sobre en el que fueron enviados. Es difícil dar crédito a semejante descuido de parte de un experto profesional, puesto que cualquier carta pudo haber sido removida de, o insertada en, este sobre en cualquier momento, sin temor de ser detectada.
También notamos que todos los documentos incluidos en el PAQUETE 1, con certeza cinco, y posiblemente seis, no eran comprometedores. Estamos autorizados a preguntarnos por consiguiente si Netherclift examinó alguno de los pasajes comprometedores que pudieron haber sido interpolados dentro de, por lo demás, cartas genuinas. También tenemos que preguntar por qué este procedimiento fue tan descuidado e irregular.
LAS CARTAS DE LOS MAESTROS
Las cartas de los Maestros son atribuidas a más de un autor. Hodgson restringe su atención a la serie más importante de cartas — los escritos de "Koot Hoomi" o "KH" — y asegura que ha determinado a partir de su investigación, confirmada por expertos en escritura, que HPB escribió las Cartas de los Maestros excepto aquéllas que, admite, no pudo de ningún modo haber escrito. Estas cartas, afirma, fueron escritas por cómplices.
Dos puntos generales necesitan precisarse. El primero es que no tenemos derecho de asumir que debido a que una carta es firmada "K. H." sea necesariamente escrita por K. H. El uso de una secretaria por parte de un hombre ocupado era, y todavía es, practica común. Sinnett y otros declaran expresamente que KH con frecuencia dictaba a discípulos sus cartas; y si estos discípulos aprendieron escritura inglesa de su Maestro, una similitud común de esbozos no es una sorpresa.(3) Los escritos de KH preservados en la Biblioteca Británica están hechos a varias similares pero, no obstante, distintas manos.(4)
Segundo. Al examinar cartas o firmas sospechosas, no se pone mucha atención a los esbozos generales, puesto que uno puede dar por sentado que, a menos que una falsificación sea muy tosca, los esbozos se seguirán suficientemente bien como para reconocerse engañosos. Son las pequeñas e inconscientes peculiaridades las reveladoras. Precisamente por ser inconscientes, tienden a persistir por muchos años e incluso por toda una vida; y son difíciles de erradicar. La fluidez de la escritura, y la variación en presión que ocurre a medida que los esbozos son ejecutados, pueden ser de máxima importancia.(5)
En las mejores fotocopias o impresiones fotográficas, mucho detalle esencial se pierde del original. Todo el detalle estereoscópico se va; y algunos de los detalles sutiles se confunden o se dejan sin registrar. Los valores tonales se distorsionan.(6)
LAS LÁMINAS EN EL REPORTE HODGSON
El Reporte Hodgson incluye dos Láminas que parecen a primera vista fotografías de escritura. Es importante darse cuenta que no lo son. El grupo de cartas de la Lámina 1, que juega un papel fundamental en el argumento de Hodgson, son (cito) "copiados de calcos de mi propia factura de los documentos originales, y por tanto muchos de ellos exhiben una apariencia trémula la cual no es característica de los MSS originales, y la cual habría podido ser evitada si el trabajo hubiera sido hecho enteramente por el artista litográfico" (Reporte Hodgson, página 284). Son, por lo tanto, copias de copias. Encuentro difícil ver la razón para esto, puesto que la fotografía estaba bastante avanzada en 1884 y la fotolitografía desde láminas de zinc había estado en uso por dos décadas. La referencia al "artista litográfico" implica que las copias fueron dibujadas a mano directamente en las láminas por un artista que observó el material a ser copiado en un espejo y quien usó una pluma cargada con tinta grasienta — como era hecho en los primeros días de la litografía. La Sra. Sidgwick, en su Apéndice XV (página 379), dice: "Las láminas que representan pasajes cortos de diferentes documentos da una buena idea general de la escritura, pero en algunos casos falla en dar el carácter individual de cartas particulares. Aún así son bastante precisas en ayudar al lector a entender la discusión. Aquéllos copiados de escritos hechos en lápiz azul son, como pudo haberse esperado, facsímiles menos fieles de lo que son los otros".
Sólo contamos con las garantías de Hodgson y de la Sra. Sidgwick de que las láminas son buenas representaciones de los originales, y no podemos determinar cuánta distorsión ha sido introducida durante el proceso de copiado. Como sea, estas láminas son la única evidencia concluyente que Hodgson aduce. Él dedica muchas páginas a la descripción de lo que ha encontrado durante sus exámenes de documentos mientras estuvo en la India y en otros sitios, pero sólo contamos para ello con su palabra.
LOS EXPERTOS EN ESCRITURA
Paso a examinar el extraordinario comportamiento de Hodgson y de los expertos en escritura. Comienzo con el Sr. J. D. B. Gribble de Madrás. En su "Reporte del examen de la Correspondencia Blavatsky, publicado en el Christian College Magazine" (Higginbotham & Co., Madrás, 1884), páginas 7-9, describe la carta falsificada de Hartmann en los siguientes términos:
La escritura de esta carta tiene sólo un leve parecido a la del Dr. Hartmann. Las cartas están escritas en un estilo inconstante, y no son bajo ninguna circunstancia distintas de aquellas cartas de anónimos y seudónimos que uno con frecuencia recibe en este país. De hecho, la diferencia entre la escritura de este documento y el del Dr. Hartmann es tan sorprendente que una o dos suposiciones se imponen a la vez en la mente:
La única instancia en la cual cualquier parecido a la escritura del Dr. Hartmann es hallada, es en la formación de la H mayúscula. Esto, sin embargo, es muy elaborado y muy forzado.(1) O esta persona que escribió esta carta nunca ha visto, o no ha tenido oportunidad de copiar la escritura del Dr. Hartmann;
(2) o la persona que la escribe pretendió que quien la recibiera debiera de inmediato detectar la falsificación.
Gribble declara que ha examinado esta carta muy cuidadosamente, y añade:
Que la carta Hartmann es tan torpe falsificación que su falsedad sería de inmediato evidente a cualquiera que estuviera familiarizado con la escritura del caballero.
Hasta aquí Gribble. Escúchese ahora lo que Hodgson tiene que decir acerca de esta misma carta:
La imitación de las características del Dr. Hartmann es en su mayor parte excesivamente cercana, y en este punto debo diferir por completo del Sr. Gribble, quien estaba evidentemente no familiarizado con la escritura del Dr. Hartmann; . . . Debo decir que el Sr. Gribble tuvo la oportunidad de examinar el documento sólo muy rápidamente durante su corta visita de una hora a la Sede Central de la Sociedad Teosófica, cuando también examinó otros documentos; y esto explica el error que hizo en su examen de éste.
La contradicción acá es absoluta, y va más allá de lo que uno pueda razonablemente atribuir a una observación imperfecta o a ineptitud general. No hay manera de reconciliar las dos declaraciones. De haber dado Hodgson un facsímil de la carta Hartmann, podríamos haber sido capaces de decidir cuál de las descripciones era la correcta; pero ningún facsímil es dado.
Netherclift y Sims fueron designados para examinar algunos de los documentos de KH. Ambos llegaron a la conclusión de que estos documentos NO fueron escritos por Madame Blavatsky. Ésta también era la opinión de Gribble. Hodgson no toleraría esto, y dice (página 282):
He expresado mi propia conclusión, alcanzada luego de una investigación de los escritos de K. H. en la India, de que aquéllos que yo examiné lo eran, con la excepción de la K. H. (Y), escrita por Madame Blavatsky, y a mi llegada a Inglaterra me sorprendió hallar que el Sr. Netherclift era de opinión diferente en lo concerniente a los escritos K. H. enviados a él.
El reporte final fue retrasado mientras más especimenes eran obtenidos, y (cito):
El resultado fue que el Sr. Netherclift llegó a la conclusión de que el conjunto de estos documentos había sido sin duda escrito por Madame Blavatsky.
El Sr. Sims del Museo Británico cambió su opinión para convenir.
Encuentro que los pasajes más reveladores vienen del relato del propio Hodgson (páginas 296-7):
Mi opinión es que el Sr. Damodar incuestionablemente escribió tanto la K.H. (Z) como la K.H. (Y). El Sr. Netherclift no ha tenido oportunidad de ver la K.H. (Y), la cual me fue prestada por un corto tiempo en la India, pero se le envió la K.H. (Z) con los otros documentos K.H. sobre los que se le pidió dar una segunda opinión, con la perspectiva adicional proporcionada por aquéllas que nos prestara el Sr. Sinnett. El Sr. Netherclift, en su segundo reporte, declara como su opinión que es "completamente imposible que Damodar pudiera haber adaptado su estilo usual para acomodarse al de K.H.,". . . Entonces le envié mi análisis del documento, y él amablemente se comprometió a hacer un nuevo examen, expresando su confianza de que me probaría que las conclusiones a las cuales yo había llegado eran erróneas. El resultado, sin embargo, de una prolongada comparación que entonces hizo, fue que él francamente confesaba que mi opinión era la correcta, diciendo que en todo el curso de su experiencia de muchos años como experto, "nunca había conocido un caso más desconcertante", pero que estaba al fin "completamente convencido de que" la K.H. (Z) "estaba escrita por Damodar en parecida imitación del estilo adoptado por Madame Blavatsky en los papeles K.H." — pp. 296-7
Hablando como un investigador profesional de documentos cuestionados que en ocasiones ha experimentado interrogatorios en la Corte, yo no afirmo ser infalible. Doy una opinión y las razones para esa opinión, apoyado por evidencia fotográfica y micrográfica donde aplica. Para propósitos legales una opinión una vez dada debe sostenerse. Si un cliente no está de acuerdo con mis hallazgos, está en libertad de ir a otro lugar y obtener nuevas opiniones. Lo que no estoy preparado a aprobar es tener a mi cliente abiertamente buscando influenciar mi juicio y, en efecto, imponiendo lo que mi reporte debe ser. Encuentro el descaro de Hodgson y los exitosos esfuerzos de influenciar el juicio de su experto, altamente impropio. Ninguna Corte inglesa aceptaría un reporte conocido de haber sido hecho en tales circunstancias.
LAS TRES DECLARACIONES FUNDAMENTALES
Ahora voy al corazón de los argumentos de Hodgson. Él hace tres declaraciones fundamentales (p. 283):
I. Que hay signos claros de evolución en la escritura de K.H., habiendo sido eliminados varios fuertes parecidos con la escritura ordinaria de Madame Blavatsky.
II. Que formas especiales de letras propias de la escritura ordinaria de Madame Blavatsky, y no propias de la escritura de K.H., ocasionalmente aparecen en la última
III. Que hay ciertas peculiaridades muy marcadas de la escritura ordinaria de Madame Blavatsky que se dan a lo largo de los escritos de K.H.
Me concentro en la primera y tercera, puesto que, si éstas están equivocadas, la segunda no tiene importancia.
PRIMERA DECLARACIÓN FUNDAMENTAL
Hodgson basa su tesis principalmente en una serie de cartas de KH prestadas por el Sr. Sinnett, y observa:
Los facsímiles de la serie de cartas de K.H. prestada por el Sr. Sinnett podría tal vez haber sido interesante y sugestiva al lector,(7) y hubiera mostrado claramente el desarrollo de la letra de K.H.; pero el Sr. Sinnett enfatiza fuertemente su deseo de que ningún uso cualquiera debería ser hecho de los especimenes que envió excepto para comparación de escritura, y la producción de facsímiles de algunas porciones de los documentos era, claro, imposible sin la publicación, hasta cierto punto, de su contenido. He escogido, por consiguiente, varias pequeñas letras, f, g, k y y, para propósitos de ilustrar la evolución que he mencionado. — pp. 283-4
Para esto yo reporto que se puede con facilidad fotografiar porciones de un documento para mostrar las características de la escritura sin revelar nada del contenido del documento, y es interesante especular por qué Hodgson no lo hizo.
Las figuras 1a y 1b son reproducciones fotográficas del Reporte Hodgson y muestran el proclamado desarrollo de la f y de la g. Similares series proporciona Hodgson para las letras k y y, pero aquí la evolución es menos notable.
Figura 1a:
Figura 1b
Hodgson apunta que las f's ordinarias de HPB están comunmente cerradas en bucle sólo de abajo, y usualmente están precedidas por un trazo superior. Las formas evolucionadas de KH están cerradas en bucle sólo de arriba. K.H. Nº 1 y K.H. Nº 2 muestra formas intermedias. Acotaciones similares aplican a las g's. Ésta es la única evidencia comprobable que Hodgson aduce para apoyar su declaración. Nosotros examinamos las series de más cerca.
La fila marcada "B" es tomada de la inobjetable escritura de Madame Blavatsky. El Sr. Sinnett describe las otras como sigue:
"Nº 1 * * * es la primera hoja de la primera carta que con certeza tuve de él por intermedio de otra mano.(8)
"Nºs. 2 y 3 son selecciones de cartas posteriores de las viejas series escritas antes de la publicación de 'El mundo oculto'.
"La Nº 4 la recibí en Londres por el tiempo en que fue publicado el 'Buddhismo esotérico'.
"La Nº 5 * * es de una carta con seguridad hecha con la escritura propia de K. H."
Vemos, por consiguiente, que Sinnett explícitamente declara que la Nº 1 es de K. H. pero no escrita por él. La fecha es aproximadamente octubre de 1880. Las fechas de las Nºs 2 y 3 serían anteriores a junio de 1881. La fecha de la Nº 4 sería anterior a junio de 1883. Sinnett afirma que la Nº. 5 está escrita con la propia escritura de K. H., pero no da la fecha.
Ésta, ciertamente, es una serie seleccionada para demostrar la evolución progresiva de exactamente la misma escritura por un período de cuatro años. Notamos que lo que Hodgson nos ha mostrado, son caracteres aislados sacados de sus contextos. Si le creemos a Sinnett, no todos son del mismo escritor. Son copias de copias. No sabemos si las cartas seleccionadas son un ejemplo aceptable y justo tomado del manuscrito o si fueron especialmente seleccionados para apoyar el caso de Hodgson. No se nos dice nada de las otras veintidós letras del alfabeto.
Lo que Hodgson no menciona es que su Lámina 2 también cubre una seria de documentos de KH del mismo período. Las fechas son:
K.H. (i) 1 de noviembre de 1880 (9) K.H. (ii) a (iv) 1881-1882 K.H. (vii) 1884
Estamos, por lo tanto, autorizados a esperar que esta serie deba mostrar similar evolución de estilo. Pero no muestra nada parecido. K.H. (i) esta por completo "desarrollada" y la figura 2 reproduce parte de ella directamente del Reporte Hodgson. Se muestran ocho f's, todas las cuales se cierran en bucle superior de una manera que concuerda perfectamente con K.H. Nº 5 de la Figura 1a. La misma observación aplica a las g's.
O bien Hodgson no notó que la evidencia en la Lámina 2 contradice de plano su argumento, o eligió ignorarlo, concentrándose en ejemplos cuidadosamente seleccionados para apoyar su caso. Demasiado para su imparcialidad.
Muchas de las cartas de KH se preservan en la Biblioteca Británica, y a partir del examen de éstas encuentro que la escritura por completo "evolucionada" de KH, concordante en todo aspecto con cartas tardías de KH, estuvieron siendo recibidas tan temprano como el 29 de octubre de 1880. Otras cartas fueron escritas en escritura muy similar a, pero no obstante distinta de, la escritura de KH; y éstas pudieron haber sido hechas por escribas.
No hay evidencia que sostenga la "evolución" de la escritura de KH que clama Hodgson.
TERCERA DECLARACIÓN FUNDAMENTAL
Cito A Hodgson:
La evidencia que estamos por considerar es, en mi opinión, la más importante de todas como prueba del hecho(10) de que los escritos de K.H. en general son obra de Madame Blavatsky. Esta evidencia depende de la formación de los grupos de letras a, d, g, o y q de Madame Blavatsky. Las peculiaridades exhibidas en estas letras son muy sorprendentes; se muestran con suficiencia en los especimenes de a, d, o y q, que doy en el grupo B'' (en el cual todas las letras son tomadas de la escritura indubitable de Madame Blavatsky), y son aparentes también en los diferentes grupos de g's que he mencionado como reveladoras de la evolución de la característica letra g de K.H.
El grupo de letras B'' se reproduce de Hodgson en la Figura 3, y las g's son reproducidas en la línea B de la figura 1b
Figura 3:
Continúa Hodgson:
Una formación "o" correctamente hecha es infrecuente tanto en la escritura ordinaria de Madame Blavatsky como en los escritos de K.H. Si la letra que requiere tal formación es inicial, o no conectada con la letra precedente, la tendencia en ambas escrituras es a producir una formación parecida a aquéllas mostradas en las primeras cuatro letras a's, las primeras tres letras d's inglesas, y las primeras cuatro letras q's. Si la letra está conectada con la letra precedente, la tendencia es ya sea a empezar la formación "o" muy arriba con un bucle, como pasa más comúnmente en el caso de la d, dejando un hueco arriba, o empezarla muy abajo, en cuyo caso la curva es extrañamente cerrada por un completo trazo de retorno, y un hueco peculiar queda, por consiguiente, en el lado izquierdo. Este último método de formación, al cual llamaré el trazo de hueco izquierdo, puede verse con claridad en algunas de las letras q's y o's, y se nota todavía más en las letras g's y a's, siendo de estas últimas, en especial, la común, conspicua y más altamente característica peculiaridad, tanto de la escritura ordinaria de Madame Blavatsky como de aquellos escritos de K.H. que atribuyo a ella. Es tan peculiar, que aun si fuese encontrada raras veces en ambos juegos de escritura, o comúnmente en uno y raramente en el otro, seguiría siendo una tolerablemente definitiva indicación de identidad de manufactura; pero cuando encontramos, como lo hacemos, que ocurre de forma constante en ambos juegos de escritura, que alguna otra forma (excepto las formas iniciales de las que se habló) es comparativamente rara, y que numerosas variedades del mismo tipo en un juego de escritos pueden ser exactamente aparejados en el otro, puede, pienso yo, ser pequeña la duda de que la misma y única persona empuñó la pluma por todas partes.
Hodgson concluye el párrafo diciendo:
Debe ser difícil para cualquier persona rastrear este trazo de hueco izquierdo por todo lo largo de una serie de escritos admitidos de Madame Blavatsky, y por todo lo largo de un juego de lo que yo creo son sus escritos de K.H., comparando en detalle todos sus arremolinados trucos y monstruos fantásticos de curvatura que adopta, y a la vez resistir la impresión de que la misma persona los ejecutó todos.
Los puntos establecidos se muestran bien en las Figuras 4a y 4b, las cuales deben ser comparadas con la Figura 3 y con la Figura 1b. En la Figura 4a, la o de "of" casa bien con la o en la cuarta línea de la Figura 3, quinto de los caracteres desde la izquierda. Es seguida por una típica f Blavatskiana. La o en "other" puede ser vista en la cuarta línea, séptimo carácter desde la izquierda, en la misma Figura. La q en la segunda línea de la figura 4ª casa aproximadamente con la q en la Figura 3, tercera línea, noveno carácter desde la izquierda. En la segunda línea de la Figura 4b, la palabra "aged" muestra todas las características Blavatskianas. La a se puede encontrar en la Figura 3, primera línea, tercer carácter desde la izquierda. Madame Blavatsky hace una extraña mezcla de g's, pero la de la figura 4b es claramente una intermedia entre el sexto y el octavo carácter, desde la izquierda, en la línea superior de la figura 1b. La d coincide con el segundo carácter desde la izquierda en la línea dos de la Figura 3.
Figura 4a:
Figura 4b:
Sucede que los fragmentos de escritura representados en las Figuras 4a y 4b fueron escritos, no por Madame Blavatsky, sino por MARK TWAIN; y esto demostrará con seguridad la futilidad de tratar de llegar a conclusiones válidas a partir de un examen de cartas sacadas de su contexto. El trozo de escritura al que pertenecen 4a y 4b se reproduce en la Figura 5,
Figura 5:
lo que es interesante, porque muestra que, como Madame Blavatsky, Mark Twain usa lo que Hodgson llama los tipos alemán e inglés de la letra d indiscriminadamente. Para estar seguros, la escritura de Mark Twain no es la misma que la de HPB, pero contiene tantas características Blavatskianas que, usando los métodos de Hodgson, uno podría probar que HPB escribió Huckleberry Finn.
Las Figuras 6 y 7 reproducen dos de los facsímiles de los reconocidos escritos de HPB dados en la Lámina 1 del Reporte Hodgson. Compárese con ellos la escritura mostrada en la Figura 8.
Figura 6:
Figura 7:
Figura 8:
El grado de inclinación es el mismo. El espaciado es el mismo. El ritmo es el mismo. La formación de las importantes letras f, g, h, m, n y t es, tan próxima como podría ser, la misma. La a de "regard" en la línea dos de la Figura 8 es un buen espécimen de los huecos izquierdos Blavatskianos. Sin embargo, las líneas en la Figura 8 fueron escritas, no por Madame Blavatsky, sino por EL PRESIDENTE EISENHOWER. El parecido de la escritura de éste con la de HPB es en verdad extraordinario. Por una cortesía del Embajador John S. D. Eisenhower, me ha sido posible examinar una de las cartas personales del mencionado Presidente, escrita en el campo cerca del cierre de la 2º Guerra Mundial. La Figura 9 muestra una pequeña porción agrandada. Note los bellos ejemplos de trazos de hueco izquierdo. Usando los métodos de Hodgson, yo podría probar "sin ninguna duda" que La Doctrina Secreta fue escrita por Dwight D. Eisenhower.
Figura 9:
Finalmente, estoy muy agradecido con el señor Michael Gomes por una fotocopia de la única carta que halló de los Coulomb en los archivos de la Sociedad Teosófica en Adyar. Es del señor Coulomb, implorando a HPB no echarlo del Bungalow y diciendo que ellos podían explicar todo cuando ella volviera. Estando en papel delgado, la escritura se traspasa al reverso; y ambos lados son captados en la fotocopia como se muestra en las figuras 10a y 10b. No obstante, alguna de la escritura es suficientemente clara. La Figura 10a empieza:
Chère Madame
Ma femme vient d'arriver elle me porte un petit paragraphe qui vous concerne et moi en amitié je vous l'envoie elle me dit . . .
La Figura 10b comienza:
C'est vous qu'on attaque
Et tout ce que l'on fait c'est pour se render maître de la situation et vous faire tomber . . .
Note el evidente trazo de hueco izquierdo en la
q de "qui" en la línea 4 de la Figura 10a
qu en la línea 1, Figura 10b, y
que en la línea 2 de la Figura 10b
y compare con ellos las q's de la Figura 3.
Note también la construcción de las a's en:
amitié en la línea 4 de la Figura 10a
attaque en la línea 1, Figura 10b y
situation en la línea 3 de la Figura 10b
y compárelas con las a's de la Figura 3.
Estos ejemplos seguramente bastan para mostrar que no hay nada similar a una única característica acerca de las cartas representadas en la Figura 3 y la primera línea de la Figura 1b. La presencia del trazo de hueco izquierdo no prueba que el escritor fuera H. P. Blavatsky.
La Tercera Declaración Fundamental de Hodgson es falsa.
Lo que las Figuras 10a y 10b muestran es que Coulomb, teniendo cercana familiaridad con, y acceso, los escritos de HPB, y también con la ventaja inicial de tener escritura similar a la de ella en puntos importantes, pudo haber interpolado pasajes en sus cartas genuinas sin mucha dificultad.(11) ¿Por qué Hodgson ni siquiera consideró esta posibilidad? ¿Por qué no fueron enviadas muestras de la escritura del señor Coulomb para ser examinadas de forma independiente?
Gribble, en su "Reporte" dice que si Madame Blavatsky no escribió la correspondencia inculpadora, los únicos otros sospechosos son los Coulomb. (De acuerdo. Ellos tenían abundantes motivos). Afirma que la escritura de Madame Coulomb era muy desigual a la de Madame Blavatsky. (Esto es un quizá) Sin embargo, se empecina en descartar al señor Coulomb con la extraordinaria afirmación siguiente:
El señor Coulomb debe ser de inmediato descartado de cualquier sospecha. Está sólo imperfectamente familiarizado con el inglés, y hubiese sido una imposibilidad para él haber escrito las cartas.
Uno es impelido a preguntar, en el nombre del Cielo, ¿Por qué? La mayoría de los pasajes inculpadores fueron escritos no en inglés, sino en francés — y mal francés, para colmo —. Un falsificador tiene que tener a ojo agudo y una memoria para los esbozos, y habilidad para controlar una pluma: no tiene que redactar el asunto que está falsificando. Madame Coulomb podría haber hecho eso por él.
LO QUE HODGSON NO MENCIONA
No es una sorpresa ahora encontrar que hay diferencias sistemáticas entre la escritura de los escritos de KH y la conocida escritura de HPB, y que Hodgson no menciona. Tomo tres de las más importantes cartas.
Los escritos "desarrollados" de KH (que, como ya dije, comenzaron tan temprano como en octubre de 1880) muestra una notable formación de la letra p: el trazo principal inferior y el trazo de retorno hacia arriba están ampliamente separados, y el bucle final ha degenerado. Ejemplos que muestran claramente lo que quiero decir se encuentran en la Figura 2:
en la línea 1 — "expect"
en la línea 3 — "copy"
en la línea 6 — "especially," y
en la línea 11 — "aspirations."
Con HPB, el trazo principal inferior y el trazo de retorno hacia arriba usualmente se superponen de la manera normal. Pueden verse ejemplos de esto en
Figura 6, línea 4 — "hope"
Figura 6, línea 6 — "unexpected" y "praised"
Figura 6, línea 7 — "hope"
Figura 7, línea 1 — "person" y
Figura 7, línea 4 — "up."
La diferencia es persistente y significativa.
La h. En los escritos de KH, el trazo guía y el trazo principal inferior de la letra h son hechos en un movimiento continuo, y el trazo inferior está cóncavo hacia la derecha. La "joroba" final es baja y fuertemente oblicua hacia la derecha. Algunos buenos ejemplos de esto se muestran en
Figura 2, línea 3 — "tho"
Figura 2, línea 7 — "thought"
Figura 2, línea 9 — "habits," y
Figura 2, línea 10 — "clashing."
La h en la escritura de HPB tiene un trazo inferior que es ya sea derecho o ligeramente cóncavo hacia la izquierda, y la "joroba" es mucho menos oblicua. Algunos ejemplos se muestran en
Figura 6, línea 3 — "hear," "when," "had"
Figura 6, línea 4 — "hope"
Figura 6, línea 7 — "hope," "that"
Figura 6, línea 8 — "have."
La diferencia es persistente y significativa.
La n y la m. La n inicial en los escritos de KH es usualmente la letra griega "mu" con un largo trazo guía. Ejemplos son
Figura 2, línea 1 – "need"
Figura 2, línea 5 — "not"
Figura 2, línea 10 — "not."
Dentro de una palabra hay poca diferencia entre n y u. La letra m exhibe las mismas particularidades. Ejemplos son
Figura 2, línea 2 — "mere"
Figura 2, línea 7 — "modes"
Figura 2, línea 8 — "meddle"
Figura 2, línea 12 — "modes"
Las m's y n's de HPB siguen un patrón de diente de sierra, estando los trazos superiores a aproximadamente 30º y los trazos inferiores a cerca de 80º de la horizontal. Se muestran ejemplos en
Figura 6, línea 8 — "musicians," "not"
Figura 7, línea 1 — "moment"
Figura 7, línea 3 — "nonsense"
La diferencia es persistente y significativa.
Creo que no es necesario ir más lejos. Si HPB escribió las Cartas de los Maestros, no perfeccionó gradualmente su estilo, como sostiene Hodgson. Debió hacerlo bien desde el principio. Cada vez que ella hacía una f, una g, una h, una p, una n, o una m, debía recordar efectuar el mismo esbozo mientras mantenía la fluidez y evitaba cualquier reversión a su estilo normal. Los documentos de KH que he examinado en la Biblioteca Británica son fluidos en su ejecución y no muestran signos de vacilación. No puedo hallar evidencia clara de que HPB los haya escrito y encuentro evidencia significativa de que no lo hizo. No sé quién escribió las Cartas de los Maestros, pero no encuentro plausible asumir que Madame Blavatsky lo haya hecho — el gran volumen de ellas, con toda seguridad.
Esa es mi Opinión profesional.
LA ESCRITURA EN LAS CARTAS
Las Cartas de los Maestros muestran varias características curiosas. No estoy diciendo que sean paranormales, pero al menos estimula el interés. En general, los documentos parecen ser escritos ya sea en tinta negra o en lápiz azul o rojo, y en cualquier pedazo de papel que estuviera disponible. Digo "parecen ser escritos", porque me gustaría una confirmación de laboratorio de que las marcas negras están compuestas de la tinta para escribir de ese período; y me gustaría saber la composición de los lápices — si fueron lápices los que se usaron.
Tomo primero aquellos documentos aparentemente escritos en lápiz de color. En la mayoría, si bien no en todos, la escritura es hecha a partir no de trazos normales de lápiz, sino de delgadas líneas paralelas espaciadas a cerca de un cuarentavo de pulgada e inclinada en un ángulo de cerca de treinta grados desde la horizontal. Esto continúa página tras página con la mayor de las regularidades. Las líneas están nítidamente definidas, y los espacios entre ellas se encuentran desprovistos de color o están llenos por una tinta uniforme celeste o rosada. Cuando los espacios entre las líneas están en limpio, la escritura parece como si hubiese sido hecha con una moderna impresora de inyector de tinta acoplada a un escáner electrónico.(12)
Algo como este efecto puede ser producido escribiendo con el papel puesto sobre un forro de libro con patrones; y Madame Coulomb afirmó que así fue como la escritura se hizo. Uno no se explica por qué querría utilizarse un soporte tan incómodo sin una razón aparente.
Tengo una extensa colección de lápices de colorear de artistas en cuatro diferentes tipos de fabricación, aparte de crayón Conte, carbón, grafito y lápices de grafo chino. He experimentado con una selección de éstos en varios papeles puestos sobre un forro de libro con patrones tomado de mi biblioteca, y no puedo obtener el limpio y nítido efecto mostrado por muchos de los escritos a lápiz de los Mahatmas. Siempre son evidentes signos de arrastre de lápiz, restos de lápiz entre las líneas, e irregularidades de trazo y espaciado de líneas. Esto no quiere decir que el efecto no puede ser reproducido; quiere decir que, hasta ahora, no he sido capaz de hacerlo, a pesar del esfuerzo.
Los documentos que aparentan estar escritos en tinta negra son igualmente fascinantes. Las marcas oscuras parecen estar dentro del papel en lugar de estar en la superficie del mismo. Es difícil tener seguridad de esto ahora, porque las cartas encuadernadas han sido laminadas en papel de archivo para preservarlas. Uno tiene, por tanto, que distinguir entre las fibras del papel protector y las fibras del papel de las cartas en sí.
Lo seguro es que han sido hechas correcciones en el texto con gran cuidado, borrando palabras o frases enteras y escribiendo las correcciones sobre lo borrado. Estas borraduras no se han hecho frotando con una goma de borrar dura o raspando con un cuchillo, porque no hay un debilitamiento local del papel. Parece que un erradicador químico de tinta ha sido usado; pero la aplicación de una sustancia reactiva líquida usualmente perturba las fibras de la superficie del papel y deja tenues manchas que son difíciles de erradicar. No hay señales obvias de esto. Sería interesante saber a partir de pruebas de laboratorio si hay rastros de residuos químicos en el papel en estas regiones; si no los hay, podría ser que las correcciones fueron hechas en originales de los cuales los documentos ahora preservados en la Biblioteca Británica son copias.
Es imposible responder estas preguntas bajo las condiciones de una Sala de Lectura, armado sólo con un microscopio de bolsillo. Uno sólo puede esperar que un día se otorgue permiso para efectuar el trabajo de laboratorio (no destructivo) necesario.
CONCLUSIÓN
Me he concentrado en el aspecto de escritura del Reporte Hodgson, en parte porque constituye la porción mayor de su tesis y porque me encuentro acá jugando en mi propio campo, pero aún más importante, porque todo cuanto he afirmado puede ser verificado de manera independiente. No debemos fiarnos de los testimonios de testigos fallecidos hace mucho. El testigo aquí — y uno muy elocuente — es le Reporte Hodgson en sí.
A medida que se procede con un examen detallado de este Reporte, uno llega a volverse más y más consciente de que, mientras que Hodgson estaba preparado para usar cualquier evidencia, no importa qué tan trivial o cuestionable fuera ésta, para implicar a HPB, por otro lado ignoró toda la evidencia que pudo haber usado a su favor. Su reporte está plagado con declaraciones tendenciosas, conjeturas proporcionadas como hechos o probables hechos, testimonios no corroborados de testigos sin nombre, selección de evidencia y absoluta falsedad.
Como investigador, Hodgson es puesto en la balanza y encontrado deficiente. Su caso contra Madame H. P. Blavatsky no ha sido probado.
No puedo exonerar de culpa al comité de la SIP por publicar este por completo mal reporte. Parecen haber hecho un poco más que avalar las opiniones de Hodgson, y un intento serio para verificar sus hallazgos o aun para hacer una lectura crítica de su reporte no fue hecho. Si lo hubieran hecho, sus errores de procedimiento, sus inconsistencias, su errado razonamiento y prejuicio, su hostilidad hacia el sujeto y su desprecio hacia los "nativos" y otros testigos, se habría vuelto evidente, y el caso habría sido remitido para un estudio posterior. Madame H. P. Blavatsky fue la más importante ocultista jamás aparecida ante la SIP para ser investigada; y nunca la oportunidad fue más desperdiciada.
Tampoco puedo exonerar al Consejo de la Sociedad Teosófica por haber errado al no permitir a su fundadora una defensa justa. Parecieron interesarse sólo en salvar sus propias reputaciones. Ya sea que fuese o no una impostora, HPB tenía el derecho de una audiencia justa. Nunca la tuvo. Si se le hubiera permitido la ayuda legal y experta que ella suplicó, tanto Hodgson como la Sociedad para las Investigaciones Psíquicas habrían estado en graves aprietos.
Resulta increíble que Hodgson fuera capaz de engatusar, no sólo a Netherclift y al señor Sims del Museo Británico, sino también a hombres y mujeres del calibre de Myers, Guney y la señora Sidgwick — para no mencionar a varias generaciones de investigadores psíquicos desde que el Reporte se publicara en 1885.
El 14 de enero de 1886, Madame Blavatsky escribió:
Que las elaboradas pero mal dirigidas indagaciones del señor Hodgson, su fingida precisión, que empleaba paciencia infinita en insignificancias y su ceguera ante hechos de importancia, su razonamiento contradictorio y su múltiple incapacidad para lidiar con los problemas como aquéllos que se esforzaba por resolver, serán expuestos por otros escritores a su debido tiempo; no me queda la menor duda. — H. P. Blavatsky: Obras Completas 7:9
Le pido mis disculpas a ella de que nos haya llevado cien años demostrar que escribió con sinceridad.
1. "J'Accuse" — título de la célebre carta abierta de Emil Zola al Presidente de la República Francesa, concerniente al caso Dreyfus. (volver al texto)
2. "Grass": argot británico. Un informante, especialmente un informante de la policía. "Supergrass": un miembro de una banda criminal que se vuelve informador de la policía sobre éstos y espera una concesión a cambio — V.H (volver al texto)
3. William Blake enseñó a su esposa a escribir; y la escritura de ésta es casi indistinguible de la suya. (volver al texto)
4. [Éste fue mi parecer para el tiempo en que estaba escribiendo, pero vea Opinión (5). — V.H.] (volver al texto)
5. [Vea Parte 2, Métodos de Investigación. — V.H.] (volver al texto)
6. [Las fotocopias han mejorado mucho en calidad durante la pasada década, pero un examen de los originales debe ser hecho siempre que sea posible. — V.H.] (volver al texto)
7. Y en realidad podrían haberlo sido. — V.H. (volver al texto)
8. [Una fotografía de la página entera se reproduce en la Figura 12. — V.H.] (volver al texto)
9. [Referido en detalle en la Parte 2, p. 50. — V.H.] (volver al texto)
10. No fue un hecho que las escrituras de KH fuera el trabajo de Madame Blavatsky; sólo en la hipótesis de Hodgson fue así. — V.H. (volver al texto)
11. [Vea Parte 2, p. 43, para 2. — V.H."] (volver al texto)
12. [Vea la Figura 11 en lámina a color. La extrema regularidad de la estriación puede ser revisada por reglas paralelas de diseñadores y un transportador. — V.H.] (volver al texto)